Extra: Reconocimientos académicos y cómo odiarlos.

Esto es sólo para presumir cómo me arruiné la vida buscando un reconocimiento que aborrezco.

Básicamente, necesitaba una beca. Me he esforzado desde el primer día en tener el mejor promedio posible. He recibido diplomas desde el primer parcial hasta la fecha y estoy cansado. Habría disfrutado más mi preparatoria si hubiera podido poner mi felicidad primero que una calificación, y aunque estoy orgulloso de mis logros, hoy que todo está por terminar me saben agrios. Después de pelear durante cinco semestres desarrollé ansiedad y un problema en el corazón por sentir que no iba a poder estar a la altura del futuro que deseo. Tal vez me equivoqué, y aspiro a una vida que no quiero. Espero que con el tiempo la vida se me acomodé y no sea muy tarde para encontrar lo que realmente estoy buscando. De esto aprendí que a mis hijos jamás les voy a exigir un promedio por encima de su felicidad.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar